Sin embargo, llegar al punto donde me encuentro ahora, no  ha sido fácil para mí.. “siempre hay problemas”,  ya sea de manejo de las colmenas o de competencia. Pero así y todo estoy orgullosa  porque de las veinte personas seleccionadas para adquirir este oficio –y a quienes les pagaban $1.500 diarios por asistir a clases- sólo sobreviví yo. 
Y sobrevivo con ímpetu, con felicidad, con ganas porque no sólo produzco miel, sino también subproductos como propoleo, jalea real, jabones, crema de manos y varillas de miel con sabores.  Además, deseo crecer como empresaria aumentando el número de colmenas y las maquinarias. Ya tengo instalado un local, pero me está faltando la Resolución  Sanitaria


 
No hay comentarios:
Publicar un comentario